Diego Espinosa
San
Luis es parte de la tierra de tornados en Argentina. En esta provincia se
manifiestan como tormentas violentas acompañadas de fuertes ráfagas que pueden
superar los 120 km por hora.
En el
caso de la provincia de San Luis ésta se encuentra en el paso de importantes
masas de aire que provienen de distintos puntos cardinales; algunas afectan a
nivel general el territorio, otros se expresan mediante vientos locales como el caso del Chorrillero, viento frío y seco, que predomina en los meses de agosto y noviembre.
La provincia reúne condiciones especiales: el hecho de presentar una importante superficie de planicies en su sector central y meridional y localizarse en posición continental, lo que hace que este tipo de vientos violentos tenga para la ciudad de San Luis un cierta frecuencia y con fuerzas F0 y F1, generalmente (ligeros a moderados)
Tornados
Estos se presentan en diferentes forma y tamaño pero generalmente se manifiestan como nubes en embudo cuyo extremo más angosto toca el suelo y suele
estar rodeado por una nube de partículas y restos (desechos). La
mayoría de los tornados cuentan con vientos que llegan a velocidades de entre
65 y 180 km/h, miden
aproximadamente 75 metros de ancho y se trasladan varios km antes de desaparecer. Los más extremos pueden
tener vientos con velocidades que pueden girar a 450 km/h o más,
medir hasta 2 km de ancho y permanecer tocando el suelo a lo largo de más de
100 km de recorrido. Estos últimos no son comunes en el territorio sanluiseño.
La chimenea del tornado es una nube constituida por gotitas de agua mezcladas con polvo y partículas de desechos, las cuales nacen en las bases de las nubes y descienden hacia la superficie. En las proximidades del suelo el polvo y los desechos son muy abundantes, debido a la baja presión atmosférica existente que contribuye a que el aire circule hacia dentro y ascienda. En el interior, en las paredes que forma el ojo del tornado normalmente se producen descargas eléctricas.
Los tornados, en su mayoría se producen por inestabilidad atmosférica, debido al calentamiento diurno y la gran cantidad de humedad, o por frentes fríos (línea de separación entre dos masas de aire una fría y seca y, la otra, cálida y húmeda). Algunos de estos fenómenos duran pocos segundos, en cambio otros, más perdurables pueden establecerse por más de media hora.