lunes, 8 de julio de 2013

DATOS SOBRE LOS RIESGOS DE INUNDACIONES EN LA CIUDAD DE SAN LUIS

Desde antaño, los piedemontes fueron el ambiente propicio para el asentamiento humano; en ellos las sociedades serranas encontraron un lugar adecuado para fundar ciudades y llevar a cabo los circuitos productivos que en un principio se orientaban a satisfacer la demanda local y la subsistencia.
En estas prolongadas rampas naturales, se conjugaron elementos importantes para justificar el asentamiento y la expansión de las actividades del hombre tales como los mejores suelos, el agua encausada en ríos de diferente jerarquía que bajan de la sierra y cuestiones de posición estratégica, al poner en contacto ambientes diferentes: sierras y planicies. Otros aspectos dependieron de las circunstancias locales como el vínculo protector de la montaña frente a la presencia del indio.


Controlar los mecanismos de la naturaleza no ha sido fácil. El manejo del agua es parte de la historia en estos ambientes tan particulares. Tanto por falta como por exceso, las sociedades serranas han debido dedicar al control hídrico gran parte de sus preocupaciones tecnológicas. Diversos estudios dan cuenta de ello.
San Luis no escapa a la regla, por lo contrario, su análisis de algún modo representa una mirada a otras ciudades pedemontanas del ámbito serrano frente al mismo problema: La Rioja, San Miguel de Tucumán, San Fernando del Valle de Catamarca, entre otras. San Luis es un ejemplo de localidad serrana signada por el problema del agua.


Afectada por un rápido y repentino crecimiento, esto tuvo como consecuencia que el tema del problema hídrico se halla magnificado al punto de convertirse en clave de la agenda de gestión. La tarea es resolver los reclamos frente a la frecuente falta de agua para sus habitantes y, por otra parte, atenuar las crecidas que someten a la ciudad a situaciones que –podría decirse- la exponen al caos en el campo de la planificación.
La ciudad de San Luis se halla ubicada en el espacio central de Argentina y de la provincia de la cual es su capital política, a los 33º16' de latitud sur y 66º21' de longitud oeste.
Bien comunicada mediante un haz de vías de circulación que convergen y parten de ella, la posición de San Luis está cambiando y de ser un simple nodo en el sistema de comunicaciones del país, a partir de la década del ochenta, diversos factores se conjugan para darle nuevo perfil e imagen en el contexto nacional.
El hecho de ser capital provincial la favorece, a ello se suman políticas culturales para expandir el turismo y convocar visitantes, las mejoras en el sistema de transportes con importantes gestiones en la pavimentación de rutas provinciales, la instalación de una importante plaza industrial desde mediados del 80, han permitido construir un proceso de “socialización” interesante que la ha posicionado de manera diferente.
No hay que olvidar, además, que el nuevo espacio geográfico del MERCOSUR refuncionaliza los flujos de circulación y nuevos ejes se trazan para los contactos Atlántico – Pacífico, favoreciendo aquellos que atraviesan el país. Dependerá de la capacidad competitiva de esta capital para reconfigurar su perfil definitivo en el nuevo corredor bioceánico. 
Su enorme crecimiento físico y demográfico, coloca a San Luis, entre las ciudades intermedias de Argentina, convenientemente ubicada en el sistema urbano nacional. Sus más de 160.000 habitantes que hoy la habitan la jerarquizan llevándola a ampliar su plaza  comercial minorista, incorporar nuevos servicios terciarios y refuncionalizar el espacio urbano.
Contrariamente, debido al hecho de desconocer las limitaciones ambientales del sitio donde se encuentra emplazada, de la magnitud de esa expansión y, especialmente a la velocidad de expansión manifiesta en las últimas décadas sin políticas convenientes, se ha frustrado la posibilidad de un crecimiento armónico y sensato.
Las consecuencias la viven a diario sus habitantes. El problema de las inundaciones es uno de los que más daños produce en término de costos en la obra pública, que sin mayor conocimiento de los ciudadanos absorbe de manera silenciosa y resignada la gestión municipal.
Para abordar este estudio se tomaron en cuenta las evidencias y datos relevados del espacio en cuestión y la opinión de sus habitantes. Si bien una de las claves es comprender objetivamente los mecanismos del medio físico y las evidencias registradas del subsistema natural, lo subjetivo en este trabajo se valora como información relevante y cobre un lugar primordial que debe integrarse a otras variables con el fin de comprender la realidad del problema.
El crecimiento acelerado en los últimos años de las ciudades intermedias ha impuesto en la naturaleza, una forma de ocupación no siempre adecuada a las condiciones del medio localizándose, a veces, en pasos naturales de las aguas, zonas bajas o deprimidas o con pronunciada pendiente. Así, las fricciones humanas sobre el medio han operado en muchos casos negativamente en las ya frágiles relaciones con el medio natural.
Las condiciones naturales son a veces difíciles de corregir, las pronunciadas pendientes, la escasa vegetación, cauces torrenciales cuya existencia está marcada por la intensidad, frecuencia y duración de las precipitaciones. Esta situación se ha transformado en problema, porque al facilitarse las condiciones para que las ciudades crezcan, habitantes y autoridades responsables ignoran los mecanismos naturales más simples, como por ejemplo desconocer los lechos de arroyos que descienden de las laderas montañosas y
dejan su impronta en una intrincada red hídrica cerrándoles el paso o desviándolos por debajo del pavimento o las edificaciones, minimizando su función natural específica: el escurrimiento del agua.
La anarquía en la disposición del amanzanamiento y las edificaciones se suman, complicando la geografía de estas rampas naturales que ponen en contacto montaña y playas, obstruyendo el paso del agua a la vez que aumentando el caudal a desaguar.
El caso de San Luis es ejemplo de una expansión notable de la urbanización asociada a la sobrecarga de actividades e infraestructura sobre el área que le sirve de soporte.
Analizar la particularidad del fenómeno en la capital puntana permite tener un ejemplo del poco feliz acuerdo entre medio y sociedad en un ambiente semiárido de una ciudad intermedia. Por otro lado, puede ejemplificar, en mucho, las dificultades propias de la ocupación humana en la geografía pedemontana argentina.
En este documento, se triangularán los siguientes conceptos: ambiente pedemontano, urbanización en ciudades intermedias y peligro y vulnerabilidad. Un enfoque sistémico permitirá abordar las variables componentes más significativas y las relaciones que operan entre ellas adoptándolo como estudio de caso.



Cabe destacar que el lecho del río ha sido sometido a una intensa trasformación: las ripieras, localizadas sobre el mismo desde antaño, han modelado descuidadamente el material aluvional del Chorrillos, por otra parte, fue usado en especial desde la década del 80, como deposito de escombros y basura, lo que hace más riesgoso el movimiento de suelos sobre el valle.
Finalmente, la concreción de un parque recreativo ha permitido de algún modo proteger este espacio de características lineales con tareas de forestación. De todos modos, se han construido sobre la terraza más baja edificaciones públicas y se han modificado las vertientes con terraplenes, caminos, escalinatas trabajadas en el mismo material aluvional, asadores, etc. lo que hace peligrar el lugar.
Desprendimientos de terrenos se pueden visualizar al este del Parque Industrial Sur, donde sobre los profundos socavones producidos por las ripieras se ha rellenado con basura  de origen industrial y escombros. Estos suelos son móviles y ponen en peligro los predios de las fábricas próximas a éstos.

Las áreas anegables
Si bien como ya se dijo, todo el espacio público es anegable (calles y veredas), cabe aquí aclarar que se describen aquellos sectores donde el agua alcanza una dimensión espacial importante. En ella viviendas o barrios completos se ven alcanzados por las aguas.
Dos factores importantes son la causa del evento de las inundaciones. Por un lado, el poco interés prestado a las pendientes y las condiciones topográficas de los terrenos donde se emplazan los barrios y, por otro, los elementos que obstruyen el paso del agua.
Del primer factor se puede tomar por caso el barrio Campaña del Desierto. El mismo se encuentra emplazado dentro de la depresión que toponímicamente se denomina El Bajo y cuyos terrenos se abren hacia el río. La presencia de terrenos cerrados de gran dimensión y el terraplén elevado de la ruta nacional nº7 impiden el desagüe en dirección al río. En 1987 el barrio sufrió una importante inundación que lo anegó completamente. Barrios que, frente a una lluvia inusual, están en las mismas condiciones de peligro son Bajo Chico, Matías Mercado y Pedro Peller.
Las otras áreas sometidas a inundación se localizan al oeste de la ciudad. Sobre áreas deprimidas los barrios expuestos a este problema son de condición socioeconómica extrema. El barrio 9 de Julio presenta un NBI que afecta a toda la población. El Primero de Mayo presenta igual condición y allí también se producen anegamientos severos. En la misma condición se hallan los terrenos del aeropuerto, los que peligran de quedar inoperables.
En muchos casos, hay elementos que obran de obstáculo para la evacuación del agua. Es el caso del barrio Libertad y Juan Carnevale, que lindan con los predios fabriles del Parque Industrial Norte. Otro caso es el de los barrios Las Américas, Jubilados y José Hernández encerrados por las vías del ferrocarril en el tramo de escape. El Plan Lote Eva Perón al norte, también presenta situación de anegamiento, quizás no tan severa como la de los otros barrios citados.
Aguas estancadas también encuentran en los terrenos altos la causa de su existencia: terraplenes de las rutas, cruces de caminos a diferentes niveles, cierres laterales de terrenos. Ejemplos son la enorme charca sobre el lado este de la ruta Nacional nº147 que afecta a los barrios 134 Viviendas y 154 Viviendas, o los frecuentes anegamientos de los barrios del oeste: Libertad, Las Américas, Jubilados, 9 de Julio.

(Fragmento de  Capitanelli, R. G.; Robledo, S.; Codes, I.; Schegnfet, A.; Oliveira, M.; Espinosa, D. O.; Alessandro, M.; Arroyo. J.; Elissonde; M. (2008), Riesgos de Inundaciones en los piedemontes andino y serrano, OEA-UNCuyo-CCMA, Mendoza, 204 pag. )


1 comentario:

  1. MUY BUEN INFORME GRACIAS POR LA INFORMACIÓN.. ME GUSTARÍA SABER MAS DE LA SITUACIÓN QUE SE ENCUENTRA LA ESTACIÓN DE TRENES Y LOS CAMPOS ALEDAÑOS A ESTA.

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